Sufrir un ataque de pánico es una experiencia muy dolorosa, no ya solo por la sintomatología nerviosa sino por la somática que le acompaña. Las conductas ansiosas se individualizan y se reserva una forma particular para los ataques de pánico, que deben responder a los criterios clínicos siguientes:
1- Aparición de 3 ataques de pánico en menos de 3 semanas (sin relación con un esfuerzo físico intenso, una amenaza vital o desencadenante determinada)
2- Ataques que se manifiestan mediante períodos de temor y miedo, y que deben incluir por lo menos 4 de los síntomas siguientes:
.Disnea
.Palpitaciones
.Dolores o molestias torácicas
.Sensación de asfixia
.Aturdimientos, vértigos y sensaciones de inestabilidad
.Sensación de irrealidad
.Parestesias
.Sensaciones súbitas de calor y frío
.Sudores
.Impresión de desvanecimiento
.Miedo de morirse, de enloquecer, de cometer un acto incontrolado
3- Los ataques no se deben a un trastorno físico o mental, tal como depresión, somatización, etc.
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