11 abril 2018

IMÁGENES

 
El XIV Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud ha debatido en estos días en Barcelona algo que preocupa mucho tanto a los ciudadanos como a los informadores y medios de comunicación: ¿Deben las televisiones o la prensa emitir imágenes de víctimas para trasladar al espectador/lector la magnitud del suceso o estas son prescindibles a la hora de informar sobre los daños producidos?. Los expertos lo tienen claro: los periodistas y los medios de comunicación deben ser conscientes del trabajo que realizan a la hora de cubrir catástrofes, atentados o sucesos con víctimas para ofrecer al ciudadano información y no espectáculo. No se trata de ocultar la realidad a la ciudadanía, pero tampoco hay que recrearse en el dolor de víctimas y familias.

La frontera entre lo relevante y lo morboso

Sergi Fidalgo, presidente del Grupo de Periodistas Pi i Margall, asociación profesional asociada a la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, considera que, a veces, “es muy difícil marcar la frontera entre lo que es relevante desde un punto de vista informativo y lo que es caer en lo morboso en este tipo de tragedias”. “El respeto a las familias de las víctimas es siempre un límite que no se debe traspasar, por muy impactantes que puedan resultar algunas imágenes para el espectador y, por lo tanto, sirva para aumentar la audiencia dispuesta a consumir esa información. El recrearse en los cadáveres o en los heridos ha de evitarse. Informar es explicar y se puede hacer perfectamente con planos medios o generales sin entrar en el plano detalle”.
De la misma opinión se ha manifestado Anna Valderrama, responsable de Reuters TV para España y Portugal. Esta experta menciona el reto que supone encontrar el equilibrio entre ser los primeros en conseguir las imágenes de un hecho y cumplir con los principios éticos y de credibilidad. “Cuando este material tiene contenido perturbador o lenguaje muy agresivo se hace una indicación a los editores de las televisiones que son los que, en última instancia, deciden cómo hacer uso de esos contenidos en su medios de comunicación”, indica.
Coral Larrosa, periodista de Informativos Telecinco, ha expuesto la tesitura en la que se encuentran los periodistas cuando llegan las imágenes en bruto a las redacciones de las televisiones. “Nos encontramos entre la locura y el sentido común para hacer algo que no escandalice”. A su juicio, utilizar imágenes de víctimas en primer plano “no aporta, no es decoroso, no es ético y no es profesional”.

¿Regulación normativa o autorregulación en las redacciones?

Todos los participantes de la mesa coincidieron en la necesidad de que no es necesaria una regulación especial ya que traspasar la frontera en el uso de este tipo de imágenes puede ser delito y está contemplado en el Código Penal y si una autorregulación del sector pero con códigos deontológicos “que sean algo más que un papel”, el uso de fuentes fiables y el empleo del sentido común.

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