09 abril 2015

¡SO WHAT!











Cada cierto tiempo es frecuente que salga en los medios de comunicación el gasto que genera un enfermo de Alzheimer para las arcas del Estado. La última noticia que leo al respecto es de hace dos días en una revista de comunicación sanitaria española. Habla de que son 30.000 euros al año el gasto que genera el paciente. Ya de por sí me parece absurdo que en un país tan devaluado y frito a impuestos  como el nuestro, persista la misma cifra que vengo leyendo desde hace varios años, por lo que me sugiere ya de comienzo, que los orígenes de la noticia provienen de sucesivos refritos de la primitiva noticia. Sin embargo, lo que más me hiere es que parece que con ese gasto, que "amenaza al sistema sociosanitario", sin añadir el coste que la familia efectúa de motu propio, como la noticia añade, "algo habrá que hacer..."
Y yo me hago bastantes preguntas:

- Si el sistema de atención a la dependencia ha caído en picado durante los años que venimos sufriendo esta crisis y que el estado del bienestar es ya historia aunque no se hayan enterado aún nuestras autoridades políticas al parecer, y que es casi una utopía conseguir plaza residencial de un paciente Alzheimer en un centro sociosanitario público, sea el que fuere, y que la atención domiciliaria es un ente indefinido, por los recortes presupuestarios efectuados, ¿cómo es que el gasto para ese "tipo" de paciente persiste...?, ¿será que reside en aeropuertos inutilizados y que seguimos manteniendo todos...?.
- En el caso de que generara ese gasto... ¡y qué!. ¿No se lo ha merecido por la cantidad de impuestos que ha estado pagando toda su vida al erario público...?
-Si se reafirman en que el gasto es tal... ¿podríamos hablar de maleficiencia presupuestaria...?.
- Si se aprecia el fracaso de un tipo de atención al paciente Alzheimer, ¿por qué no se sustituye por otro?
-¿Por qué quienes efectúan esos pre-supuestos no han visto en su vida a un enfermo demente...?.


Sí. Sabemos que en unos años habrá un cada vez mayor número de Alzheimers en España, pero también habrá que apreciar el lado positivo de la noticia: es que vivimos más años y mejor. El riesgo existe, evidentemente, como el cáncer o la isquemia aguda de miocardio. Pero es que la vida es lo que tiene... Y en todo caso, ¿no merece la pena vivir más para saborear más instantes de esa vida con la gente que quieres...?.



Creo rentable reflexionar sobre lo que he escrito y que me consta leen interesados y menos interesados en este tema. Conlleva mucho gasto, sí, pero la rentabilidad no está en el YA sino en la mejora continua, y ésa la hacemos a diario con nuestras aportaciones a la Hacienda pública, por éso si se tuviera que gastar esa cantidad (dudosa... se me permite), ¡so what! como diría el incomparable Miles Davis.