29 diciembre 2017

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y NOTICIAS SANITARIAS


La información sobre ciencia y salud ha cobrado especial importancia en los medios de comunicación durante los últimos años. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que las noticias científicas se trivializan en exceso, lo que obliga a reflexionar sobre la situación de este tipo de información en nuestro país, al  menos.
 
Jane Gregory y Steve Miller en su publicación Science in Public, ya comentaban hace un tiempo que "incluso los museos científicos más importantes, como por ejemplo el Museo de Historia Natural de Londres, solo pueden esperar tener tantos visitantes en todo un año como los que ven una única edición del programa semanal divulgativo Horizon, de la BBC de televisión.
Desde 2001 en que se publicó una macroencuesta acerca de cómo los europeos se informaban acerca de la ciencia y la tecnología, todo ha cambiado excesivamente. Internet llegó para quedarse y la velocidad de transmisión de las noticias de contenido sanitario es cada vez  superior. Será porque existen muchos intereses comerciales o porque el investigador posee unas ciertas peculiariedades que le inspiran a no estar ensombrecido hasta conseguir o no sus logros, la realidad es que la aparición día sí y día también de milagros sanitarios está enturbiando la ética de aquellos científicos que trabajan honestamente para aumentar la calidad de vida del ciudadano.
No existen demasiados estudios acerca de cómo los medios de comunicación transmiten temas científicos a la sociedad, pero hay diversos trabajos que determinan que la mayoría de los medios de comunicación trivializan en exceso la información científica y tienden a convertir las noticias científicas en un espectáculo. Fundamentalmente por el fast thinking que imponen los medios audiovisuales (y más aún internet con sus RR.SS. ya en estos instantes) tal y como ya lo escribió hace años el sociólogo francés Pierre Bourdieu, independientemente del grado de dificultad de la recontextualización del discurso científico plantea la divulgación de las ciencias. Ésto reconvierte  con frecuencia las noticias científicas a simples anécdotas y puede comportar un cierto grado de desinformación que provoca una elevada dosis de dolor al paciente que lee todo lo concerniente a su enfermedad. Es inadmisible que cada cierto tiempo se anuncie la curación del Alzheimer o del Parkinson o del mismo cáncer sin esgrimir datos contrastados por diferentes grupos de estudio, independientes de la industria farmacéutica, por ejemplo. El daño que generan estas fake news, como se tiende a calificar ahora estas noticias falsas (y disculpen por el anglicismo) es algo que hiere a la ética más primitiva del ser humano. Luego vendrá, probablemente, la "postverdad"...pero mientras tanto las acciones en bolsa de la industria investigadora habrá validado los réditos acumulados.
Por otro lado, se duda (y eso es aún peor...) de si la existencia de un programa de divulgación televisiva a una hora punta y con un criterio sensible y creíble podría tener cabida para el gran público, español en este caso. Mi impresión es que una TV pública que dedica horas de audiencia a concursos insulsos y dudosamente formativos para una sociedad que está desarrollándose... debiera reflexionar acerca de este aspecto. No debe seguirse engordando a productoras cuyo nivel de responsabilidad social es nulo si no de otro curso...De lo contrario, sigue siendo mi opinión, no podremos quejarnos dentro de unos años por esos engaños a los que nos hemos visto abocados sin decir nada al respecto. De las cadenas privadas, al menos de alguna, no opino siquiera porque ya dijo el director de una de ellas que su cadena vendía publicidad que rellenaba con programas...
Ahí queda mi reflexión al final de un año que ha sido excesivamente confuso para una sociedad que desea seguir siendo.