31 diciembre 2008

Informa Rafael Bengoa, Director del Observatorio de Calidad y Gestión de Enfermedades Crónicas Kroniker y Ex Director de Sistemas y Políticas de Salud de la OMS, de la necesidad de orientar con otra visión la gestión de las enfermedades crónicas. Y tiene mucha razón, porque el enfermo de hoy no es, en absoluto, al de tiempos pasados, no excesivamente muy pasados...
El paciente crónico actual desea participar activamente en las decisiones que en su propia salud le conciernen, no se plantea ser un mero sujeto pasivo que asuma impertérrito su destino. Posiblemente porque cree que el destino, en muchas ocasiones, puede cambiarse si se le proporciona alguna herramienta... por éso se informa más, pregunta más, opina más y se revuelve contra el nihilismo mental que le impida ser partícipe de actualizaciones terapéuticas.
La cronicidad lleva una carga de pluripatología que debe conocerse en toda su magnitud. Es complicado aunar efectos secundarios, metabolización, dosificación eficaz, toxicidad... pero es un reto enormemente satisfactorio para los que nos movemos en este espacio.
Modelos a nivel internacional para la atención de la cronicidad son dos, fundamentalmente, uno el de la "pirámide de riesgo" (estratificación de riesgo) desarrollado por Kaiser Permanente, y el "modelo de cuidados de enfermedades crónicas" desarrollado por el Mc Coll Institute en Seattle (USA), pero, ¿pueden existir otros?, ¿deberán existir otros...?.
Por éso me parece muy interesante la organización de la 1ª Conferencia Internacional sobre la Transferencia del Conocimiento de la Atención y Cuidado a Largo Plazo en el próximo mes de marzo en Barcelona.
En la EACS, que intuímos hace ya bastantes años, la especial atención que la cronicidad y la mejora en la calidad de vida se vislumbraría en un futuro, nos alegra y felicitamos al Dr. Bengoa por su participación y organización del evento en el que se debatirá hacia dónde debiera encaminarse el, o los modelos, para la organización de los servicios de salud en un futuro, más aún cuando la situación financiera pasará por dificultades económicas.

29 diciembre 2008

Padecer Alzheimer es una gran desdicha, sí, para el paciente, por supuesto, y para los que le rodean, seamos justos. En ocasiones, cuando nos preguntan si tiene cura o si está temprana algún tipo de terapia que augure el final de la enfermedad me acuerdo de cuando se comenzó a hablar de ella, en serio, vamos. Fue en 1981. Antes ya la habíamos estudiado en la licenciatura de medicina... tres líneas. Y es que, prácticamente no existía, así de sencillo.
Y fue en tal año cuando se vistió de gala y a causa de padecerla una persona conocida mundialmente, se volcó dinero público y privado para encontrar solución a lo que aún no la tiene y lamentablemente me temo que pasará mucho tiempo antes que la tenga. Y esto viene a cuento porque acabo de leer un estudio dirigido por el Dr. Robert Vassar en la Facultad de Medicina de Feinberg en Northwetwrn, Estados Unidos de Norteamérica, sustentando que la falta de glucosa en cerebro puede ser la causante del principio del deterioro en la enfermedad de Alzheimer y causar los procesos bioquímicos que general alguna de sus formas.
Sin entrar en la pormenorización de cómo se ha efectuado el estudio, lo que desearía que se fijara quien leyera la noticia es en la palabra alguna. Y es que ya hace años los clínicos, los que trabajamos en las trincheras, muy cerca del hipotético enemigo, ya decíamos a quien nos quisiera escuchar, que no todos los Alzheimers eran iguales, que globalizar en fases, como todos lo hemos hecho, es muy pedagógico porque ayuda a acercar conocimientos a familiares y neófitos, pero que, luego, en el día a día, la cosa cambiaba... Hoy, aún estando lejana la curación, sin embargo, ya hablamos de tipos de Alzheimers. Pues bien, han pasado 29 años, y no tengo sensación de que hayamos fracasado, en absoluto, porque posiblemente sea esta enfermedad la que más haya progresado central y colateralmente en pos del paciente, de cualquier paciente, de todos los pacientes. Y más, gracias a ella se ha vuelto a hablar de la cronicidad, un vocablo que parecía desterrado de nuestro diccionario ¿médico?.

27 diciembre 2008

NUTRIR Y DESNUTRIR EL ALIENTO
Leo en el periódico una noticia que me reconcilia conmigo mismo y los de mi especie: La Universidad de Lérida está llevando a cabo un estudio con el científico norteamericano Paul Christov para la consecución de cereales enriquecidos con vitaminas. El objetivo final del estudio es la lucha contra la desnutrición en los pueblos más pobres del planeta.
Reconforta que nuestras mentes se utilizan para algo más que estafar, provocar guerras y dañar. Este tipo de noticias deben ser más frecuentes en los medios de comunicación, porque haberlas haylas, y aparte de sentirse satisfechos unos y otros, todos, alienta a seguir trabajando en el sentido más positivo de la vida humana, la propia vida.

16 diciembre 2008

MEDITAR.
Está demostrado que meditar, como tal, es muy beneficioso para el organismo. Alivia el estrés, previene las cardiopatías, reduce la tensión arterial o ayuda a aminorar el dolor crónico. No obstante, no es lo mismo meditar que relajarse. La meditación se dirige hacia el dominio de la atención y el pensamiento, o lo que es lo mismo, a dirigir la mente y no al contrario.
Hubo un tiempo en que este tipo de disciplina se asociaba, marketinianamente posible, a un tipo concreto de tendencia religiosa. Sin embargo, en absoluto es así. Estamos hablando de búsqueda de bienestar físico y psíquico por la orientación en salud.
La técnica de la meditación es sencilla. Ha de comenzarse con sesiones de cinco, diez minutos, para luego ir ampliando su duración. Existen diferentes técnicas: 1) Concéntrese sobre un objeto: Escoja un punto donde fijar su mirada, en un radio de no más de un metro. Mantenga ahí su vista y atención. Pasarán por su mente otros tipos de pensamientos. Piense que son nubes que se mueven en el cielo. No tardará en concentrarse de nuevo... 2) Otra forma es con los ojos cerrados, imaginando un objeto, persona o escena que le resulte agradable. Recree lo más perfectamente posible todos los detalles que conforman esta "visión", siéntalos frente a usted...
Las mejores horas para meditar son a primera hora de la mañana y a última de la tarde.
Sus beneficios se notan prontamente, siendo, por ejemplo, los estudiantes que dedican mucho tiempo al estudio, quienes los notan primero.

13 diciembre 2008

Con estos aires que se "respiran" de caídas en picado de sociedades de inversión monetaria que prometían grandes dividendos a quienes les confiaban sus dineros, más nos confirman la estrecha relación existente entre codicia e insensatez, dos males íntimamente inherentes a un tipo de ser humano que infravalora el esfuerzo y el buen hacer.
Le comentaba hace unas horas nada más a un joven profesional, muy bien formado científicamente pero algo desesperado porque no acaba de llegarle su hora, que "su" hora llegó hace ya mucho tiempo... en el momento que decidió dedicarse a una profesión con la que se le paga con algo que no tiene precio y cuyo valor nunca cotizará en bolsa ni llegará nunca a desplomarse como ha sucedido en nuestra sociedad civil.
Los que ya tenemos unas bastantes décadas sobre nuestros hombros sabemos el valor de una sonrisa, una lágrima o simplemente un gracias, éso no tiene precio. Como lo saben también un profesional de enfermería, auxiliar de enfermería o cualquier otro que trabaje en salud. Nada más.