07 abril 2016

SOMATIZAR


¿Somatizamos demasiado...?. Según las estadísticas, el 25 % de las consultas de Atención Primaria son debidas a somatización. 
Evidentemente, éste dato a los que trabajamos en salud no debe ser baladí. Los porqués pueden ser múltiples, pero si vamos al origen puede que la causa devenga de lo poco que sabemos de nosotros mismos o de lo mal que traducimos las señales que nuestro interior nos manda. Evidentemente, esta reflexión  que nos lleva a la pregunta ¿quién soy yo?, podría ser más compleja y aludir a las tres cuestiones fundamentales que dan título al famoso cuadro que pintó el postimpresionista Gauguin en 1897 y que está en el museo de Bellas Artes de Boston: ¿De donde venimos?, quiénes somos? y ¿a donde vamos?. Leí una vez que los antiguos maoríes, cuando deseaban presentarse a otra persona a la que no conocían usaban un ritual de salutación en el que, para que el otro supiera quién era cada cual le señalaban: "ésa es mi montaña, ése es mi río, y ésa es mi canoa". De esa forma el contrario sabía de su origen . Ahora solamente faltaba que el otro hiciera lo propio.
Fuera de la anécdota propia buscada para contar lo que deseo, lo importante del ejemplo es que el maorí sabía cómo era, sabía sus orígenes y conocía a donde quería ir.
Probablemente, mucho de los que nos atormenta pueda ser debido a que no nos hemos parado a pensar en cosas tan simples (¿¿¿¿ ?????) como ésas. Es más, puede que hasta nos pueda parecer pueril o sonrojante planteárnoslas. Sin embargo, en las más de las ocasiones, frenar nuestro movimiento unos minutos y relajarnos para dejar fluir nuestros pensamientos podría ser positivo. Aquellos profesionales sanitarios que tienen mucha experiencia en somatizaciones lo recomiendan. ¿Y si tuvieran razón...?