01 noviembre 2017

¿MASAS o PERSONAS?


Será por la acción marquetiniana o por la influencia de los medios de comunicación o porque las nuevas tecnologías cada vez son más nuevas, pero el efecto contaminatorio de la información, sea verdadera o postverdadera, sigue calando profundamente en nuestras mentes de primates. En una era en donde la información está al alcance de un click no es menos cierto que cada vez es más fácil ser intoxicado por medias verdades, gestos o imágenes que distorsionan la realidad.
Afortunada o desgraciadamente, el paso del tiempo coloca todo en su lugar, y lo auténtico siempre acaba surgiendo, aunque en ocasiones sea ya tarde para la reacción prudente o lógica. Por ello creo que la infancia y la adolescencia son las etapas que los humanos deberíamos mimar con mayor entusiasmo, ayudar a esas mentes que comienzan a usar los neurotransmisores que en el mañana cooperarán en tomar las decisiones más oportunas, menos dañinas, lo hagan con ética, con bondad, con los valores que dignifican a lo que se está comenzando a construir.