13 diciembre 2016

NAVIDAD...LINDA NAVIDAD


La llegada de estas fechas navideñas marcan mucho en las familias donde hay algún tipo de enfermo con  (permítanme la pedantería) enfermedad neurodegenerativa. Es así. Cualquier otra enfermedad crónica no desgasta la mente de quien rodea a un enfermo con este tipo de enfermedad. Y es que el cerebro...manda. Hablemos de demencias y asumamos que quien está a su lado le recuerda cómo fue y cómo es. Y eso le importa... Tanto que le daña... Y eso es lo más humano que una persona puede transmitir. Ese dolor del fracaso (que no debiera ser pensado es) que supone no tener lo que siempre se ha deseado tener, poseer, estar acompañado por la persona que se ha querido... Probablemente, la persona no debiera pensar así, sentir así, puesto que de antemano asume que le dolerá... porque nunca nada dura lo que se pensó que iba a durar. Es esa obsolescencia desprogramada del humano, ese agravante de no saber ni el día ni la hora.
De lo que sí estoy seguro es que en estos días, unas lágrimas se derramarán, interna o externamente de un deseo insatisfecho y de un recuerdo que en alguien existe y que en otro... ha dejado de existir.