24 abril 2008

Estimula ver que nuestras autoridades comienzan, aunque muy tarde, digámoslo también, a investigar y poner en su sitio a tanto estafador de la ilusión que existe en este país y que hace ingentes fortunas mediante promesas de conseguir utopías mediante pildoritas. Sin embargo, encuentro a faltar leyes nacionales que impliquen a los gobiernos autonómicos a seguir con dureza todo lo que publicitariamente (¿también "todo vale"?) es engañoso, pseudoengañoso o torticera y sibilinamente fuera de la verdad... Confiar en que nuestro Ministerio de Salud arrincone y condene a estas personas que juegan con nuestro bien más sagrado, la salud, será óptimo para todos los médicos, enfermeras y demás profesionales de la salud que se rigen por una medicina tradicional, sí, pero progresista y seria también, siguiendo los dictados científicos más rigurosos. Estoy a favor de que salgan en los medios de comunicación a horas de máxima audiencia los mejores profesionales de la salud que hay en nuestro país a hablar de qué es aquéllo que daña nuestro organismo o lo que puede hacerse para mejorarlo. Éso sí que sería una auténtica medicina preventiva. Y sería más productivo que ver a jóvenes metidos en una casa, vagabundeando y pensando con la parte de asientamiento de nuestra superficie corporal intentando hacernos creer que son líderes... Yo, por mi parte, he comenzado a reclamar allá en donde puedo mis reflexiones.

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