12 agosto 2008

Hace tiempo que vengo reclamando allí en donde puedo y se me escucha, la más activa presencia de la educación para la salud a través de los medios de comunicación, fundamentalmente en los audiovisuales, que son los que más llega al ciudadano. Todos sabemos el gran poder de la televisión, para lo bueno y también para lo malo; en ocasiones exagerado... " Es que lo han dicho en la televisión..." se suele escuchar. Existen materias orientadas hacia la prevención de malos hábitos que calarían muy bien sin a penas esfuerzo. Un minuto solamente en horas de más audiencia recomendando que en verano se ha de ingerir más líquidos, no tapar en exceso a los niños recién nacidos, comer más fruta, etc..., por ejemplo. O que comer productos con muchas grasas de origen animal no es sano si se tiene una vida sedentaria, que tomar café o productos excitantes no suelen ser buenos compañeros con el sueño reparador, etc... Sí. Ya sé, todo el mundo lo sabe... pero no lo hacen... Y es fuente de errores que les puede conducir al hospital o a la consulta de su médico de cabecera cuanto menos y contribuir en el mejor de los casos a aumentar las listas de espera o ralentizar las consultas más urgentes. Un minuto, solamente un minuto todos los días podría ser suficiente... Está demostrado que el poder de la imagen que sale por esa cajita es enorme. Si sirve para vender el coche de nuestra vida, la nueva moda de otoño que nos cambiará la vida o, simplemente la chispa... de la vida, ¿por qué no se experimenta que nos la mantenga de forma sana...?

No hay comentarios: