04 diciembre 2015

A MODO DE REFLEXIÓN PARA EVITAR SUFRIR

Obra de The Catman



El enojo, la ira, el enfado o la rabia son sentimientos hermanos que tienen un mismo origen: el miedo. Y también un mismo destino: el sufrimiento.
Que no se nos devuelva una llamada, que no se consideren nuestras propuestas en el trabajo, etc. son situaciones que en algún instante nos han generado ese tipo de sensaciones de las que he hablado antes. Se dice que cuanto más oscura es la sombra, más intensa es la luz que la provoca, y debemos saber aprovechar esa intensidad de forma positiva, constructiva.
 
Pongamos un ejemplo: Un amigo no nos viene a ver cuando estamos enfermos y se lo recriminamos. Reflexiones a hacer:
 
1) ¿He sabido transmitirle toda la importancia que YO le doy a que viniera a visitarme?.
En la mayoría de las ocasiones no ha sido así. Esperamos lo que queremos sin esperar que el otro no sabe que lo esperamos..........
2) ¿Hice yo lo mismo en la similar situación con un amigo?.
Probablemente pensar en esto nos hará más sensatos ante nuestra espera desesperanzadora.
3)Y ahora ¿qué?.
Realmente hay solamente dos opciones: o aceptar que aquel al que creíamos nuestro amigo no lo es realmente o nos apaciguamos y decidimos manifestar nuestro desagrado de forma conciliadora.
 
 
 
 
 
Sucede lo mismo en nuestro trabajo. Los primeros que debemos conocer nuestras aptitudes somos nosotros mismos, no esperar a que los demás los conozcan y los valoren, porque podrá ser .... o no ser. Las cosas, las acciones, han de ser efectuadas porque han de hacerse, no por esperar el premio porque de allí a la frustración solo hay un paso...

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