¿POLIFARMACIA?

Reconozco que es un tema que siempre me ha preocupado aunque no sé si he sabido solucionarlo, pero es un problema que nos debiera importar a todos: al médico porque puede incurrir en una mala praxis, al gestor de los dineros públicos porque si su forma de control de la receta pública es un imperativo a obligar al médico a recetar lo que él diga es un despotismo no calificable, al farmacéutico porque sin prescripción médica previa puede considerarse una intrusión profesional y caer en el mero lucro no es en modo alguno ético, y al ciudadano porque debe preocuparse por su salud, del que él es el principal garante, no se olvide.

Sin embargo, la realidad es la que es. Todos somos culpables. Todos debiéramos hacernos la pregunta de ¿necesita el paciente este fármaco, ahora?, ¿cuánto tiempo hace que toma esta sustancia?, ¿puede precindir de ella, ahora?, ¿qué facultativo valora y cada cuánto, si el paciente debe seguir tomando el producto?, ¿se solapa este fármaco por la acción de este otro...?, ¿se ha suprimido la autorización pública de este fármaco pero su uso es efectivo en ciertos pacientes y se puede recomendar que se lo compre el paciente?, ¿se supervisa adecuadamente la publicidad del fármaco en revistas, congresos, mediso de comunicación, etc...?.

Creo que aquí todos debemos hablar...