13 abril 2009



CRISIS ECONÓMICA y SALUD.


La OMS acaba de efectuar una reunión de expertos europeos en Oslo para debatir las consecuencias que la crisis económica puede generar al sector sanitario y dar posibles soluciones para evitar las nefastas consecuencias que el deterioro económico puede provocar.
España estuvo representada por Guillem López Casanovas, doctor en economía y consejero del Banco de España.
Aunque todavía no se muestran medidas alarmantes para este año en lo que a partidas presupuestarias a Sanidad se refiere, sí que podrían aparecer para el próximo año 2.010, y cuyos presupuestos, como es obvio, se harán a finales de este año.
En Europa, los trabajadores del sector sanitario son el 10% del total de trabajadores y por el momento no se teme en pérdida de empleos. Sin embargo, existen una serie de aspectos que, según los expertos deberían ser tenidos en cuenta para un futuro de recesión económica y evitar que sus consecuencias afecten a los usuarios.
Entre las medidas que creen se debería ser precabido son: disminuir en los gastos del día a día en centros hospitalarios y de atención primaria. A saber: gastos en energía: luz, calefacción; también en utensilios que puedan reciclarse, etc. Asimismo en: pruebas diagnósticas que no se estimen como estrictamente necesarias, medicación o equipos sofisticados. Y sobre todo, insistir en la medicina preventiva, motor de calidad de vida y evitación de enfermedades que provocan gastos excesivos cuando no están presupuestados de antemano.
Pienso que una medicina preventiva es la evitación de accidentes de circulación que no deberían ser si se tomaran medidas tan básicas como: casco para los ciclomotores y bicicletas, no pasar de los límites que la DGT nos aconseja y que son sensatas en su inmensa mayoría(independientemente de que seamos críticos con las medidas disuasorias que emplean y que en muchas ocasiones no se comparten por ser de mero interés económico...), deportes de riesgo, etc... En todos ellos, quienes abonamos sus atención sanitaria cuando sufren un accidente somos todos los usuarios que pagamos tales errores con nuestros impuestos, y que si se evitaran proporcionarían más recursos a quienes más lo necesitan en cada momento, no se olvide...
Siempre este tipo de medidas serían orientadas en seguir atendiendo a los más necesitados, a los enfermos. Me parece oportuno y muy sensato.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Opino que, sobre todo en los hospitales, deberían controlarse MUCHO el gasto. Y las pruebas que mandan los residentes, que piden por pedir, y éso cuesta mucho y lo pagamos todos. Trabajo en un hospital y sé de lo que hablo.

Flor de agave dijo...

Soy una madre de familia numerosa como tantas otras, y completamente ajena a cualquier tipo de servicio médico.
Por el bien de todos espero que no tenga que llegar el recorte económico producido por la crisis a las plantillas de los hospitales y centros de salud. Por este motivo veo muy oportuna la reflexión del Doctor.
El personal médico deberá esmerarse en controlar esos pequeños gastos evitables que en tiempo de bonanza económica no se suelen tomar en consideración.
Ya se sabe:”Un grano no hace granero…, pero ayuda al compañero”.
A nivel de “todos” nosotros, posibles usuarios de estos servicios, prudencia y sentido común. En una situación real de pérdida de trabajo y graves problemas monetarios, corremos el riesgo de acudir al médico en demanda de ayuda, cuando en la mayoría de los casos, no está realmente en sus manos la solución. Circunstancias tan penosas pueden afectar a todo el organismo, es cierto, pero debemos distinguir lo que es un gran disgusto de una patología que deba tratar la medicina.
Centralicemos el problema empezando por un buen planteamiento utilizando la inteligencia, porque puede suceder que si lo enfocamos mal no encontremos la solución a nuestros males y, sin pretenderlo, complicar y saturar los servicios médicos acudiendo en tromba, y muchas veces “exigiendo”, una solución que ellos no pueden proporcionarnos. Por otro lado, al encaminar mal la situación, dejamos de actuar donde podríamos encontrar la solución.
“A grandes males grandes remedios” empezando por buscar la solución siempre en nuestras sensatas actuaciones.