24 febrero 2009



ENFERMEDAD DE PARKINSON




En salud hay enfermedades que se curan y otras que se mejoran. Sí, es obvio, ya, pero debe recordarse. La Enfermedad de Parkinson (EP), a día de hoy, pertenece al grupo segundo.
Leo que en la XI Reunión de Controversias en Neurología, celebrada en Madrid hace unos días, se ha presentado un estudio publicado en la revista Sterm Cell y realizado por Michel Levesque, que ha mostrado la eficacia en el tratamiento de la EP de un paciente mediante el trasplante de células madre autólogas del sistema nervioso.
Sin embargo, existen opiniones, como la del Dr. Obeso, de la Clínica Universitaria de Navarra, que dudan que este tipo de tratamiento vaya a suponer mejoras objetivables mayores para el control de la movilidad que los actuales, como tampoco cree probable que las investigaciones en células madre sean las protagonistas en la curación de la enfermedad como tal. En su opinión, la reposición del déficit de dopamina es algo que ya tenemos conseguido mediante fármacos o cirugía de ganglios basales. En realidad, añade, lo que debemos hacer es encontrar cómo detener la enfermedad. lo mismo opina el Dr. Lees, del Intto. de Estudios Neurológicos Reta Lila Weston, del Colegio Universitario de Londres, quien sostiene que posiblemente haya otros componentes que influyen en síntomas no motores como la demencia.
El objetivo es llegar a entender la enfermedad: Nadie puede explicar por qué una célula que está sana decide entrar en un proceso de muerte. La EP es como un puzzle y no lo entendemos en su totalidad.
La EP tiene solamente un 5% de origen genético y solamente en estos casos se puede desarrollar un plan de diagnóstico presintomático de la enfermedad. lamentablemente la EP es una patología que cuando se diagnostica, el paciente ya ha perdido el 80% de la dopamina estriatal y la mitad de las células en la sustancia negra. Una vez más, el diagnóstico prematuro impedirá el desorden orgánico. Es importante seguir hablando de la importancia que tiene la medicina preventiva, el diagnóstico temprano para cualquier enfermedad, más aún en las que llegar tarde supondrá desvalimiento, pérdida de autonomía, dependencia y sufrimiento de una familia al ver que la enfermedad, como suele ser en la EP, va amás día a día, aunque los síntomas mejoren en muchos casos.
La enfermedad es como esa paloma acurrucada entre los pinchos de acero que han puesto al león ornamental de un edificio histórico de una población catalana para disuadir la estancia del ave y su inevitable defecación destructiva... Siempre encuentra un resquicio y se sitúa ... sin más.

1 comentario:

Flor de agave dijo...

¡¡GENIAL!!
A la fotografía, me refiero.
La plácida y serena paloma ha vencido al inmóvil león.
Subida en su “chepa”, toma el aire tan ricamente.
La cara de desagrado desesperado del:” Rey de la selva”, parece posterior a la llegada de la “cándida” y arriesgada paloma.
Una buena terapia, Doctor, esta de interpretar fotografías.
He pasado un buen rato.
MORALEJA: No te quedes parado, o…