22 febrero 2009



LUCHAR CONTRA LA ENFERMEDAD DE CROHN



En estos días se ha publicado en la prensa un gran avance en contra de la enfermedad de Crohn: el trasplante de células madre autólogas, de la médula ósea, para aquellos pacientes que no responden a tratamientos farmacológicos y que tampoco son operables.
La innovación en el tratamiento ha sido efectuado en el Hospital Clinic de Barcelona y lo ha informado el Dr. Julián Panés, Jefe de la Unidad de Enfermedades Inflamatorias Intestinales del Servicio de Gastroenterología del Clínic. De siete pacientes en los que se ha probado la técnica, en tres ha sido positivo con una cura total. En los demás la evolución e spositiva pero todavía deberán ser controlados más tiempo.
El procedimiento, está relacionado con la opinión actual acerca de la Enfermedad de Crohn, caracterizada por una inadecuada respuesta inmune contra la flora bacteriana normal por la que ciertas células, básicamente las T, se sensibilizan en contra de los antígenos de esta flora. Al tener esta patología un componente genético, en ciertos casos es inevirtable la recurrencia. Sin embargo, en la literatura actual existen publicados resultados que hablan de un 80% de remisión total y un 20% de mejoría objetivable.
Se han implicado en este avance terapéutico en España muchos otros servicios: Hematología, Hemoterapia, Hemostasia, Criopreservación, además, obviamente del de Gastroenterología.
A continuación surge la duda: ¿debe existir en cualquier comunidad española un espacio para poder efectuar este tipo de terapia?, ¿es pragmático el pensamiento que se dirige a la existencia de un lugar de referencia que no duplique, triplique, cuadriplique... etc, las inversiones económicas para mantenerse al día?, ¿debe relacionarse esta inversión en otros lugares del país según la cantidad de casos que existan en una zona determinada... ?. Éstas y muchas más preguntas brotaban de un coloquio en el que estuve hace unos días entre profesionales de la salud y no profesionales de la salud, ciudadanos de la calle que se preocupan por mejorar lo que más vale, nuestra vida. Estos tratamientos no salen de la mañana a la noche sin investigación y dedicación, por supuesto. Y para ello se debe dotar económicamente el tiempo dedicado, un tiempo que nunca será comparado a un friqui de programas del corazón, lamentablemente. Nuestras autoridades sanitarias están haciendo esfuerzos notables para mejorar nuestra calidad vital, me consta, pero tal vez deban existir más plasticidades neuronales que busquen nuevos métodos para alcanzar mejoras más rápidas y sustanciosas. Al fin y al cabo, la salud redunda en todos, en todos... Ésa es la magia de un sistema de salud como es el español, que trata a todos por igual.
Les añado las fases del procedimiento:
1- Quimioterapia (ciclofosfamida+G-CSF). Con esta quimioterapia se induce al paciente a la leucopenia.
2-Migración de células madre a la sangre. El organismo reacciona liberando células madre de la médula ósea a la sangre.
3-Recolección de las células madre con aféresis. Se capturan las células madre que han migrado desde la médula.
4-Criopreservación de células madre. Las células madre se conservan en frío prestas para el trasplante.
5-Segunda quimioterapia. Se induce a la leucopenia total.
6-Trasplante autólogo de células madre. El paciente recibe un trasplante de células, el sistema inmune se restablece y la patología Crohn remite o mejora.

1 comentario:

Caminando 42 dijo...

Es una lástima que no sepamos valorar en muchas ocasiones el trabajo que realizan algunos de nuestros médicos.
Es cierto que de todo hay en esta “viña del Señor”, y también muchos sitios donde meter esfuerzo y dinero. Tratándose de nuestra salud y mirándolo incluso egoístamente, tendrían que hacer un esfuerzo mental los que manejan los dineros públicos para saber discernir entre lo importante y lo superfluo.
Cuando se plantean trabajos interesantes que redundan en el bien general y mucho más tratándose de nuestra vida, no tendrían que encontrar limitaciones. Si la investigación y seguimiento son muy costosos por lo menos unificar esfuerzos en las zonas más convenientes y rentables. Convendría que pusiéramos la inteligencia a nuestro servicio, prescindiendo de políticas y lucimientos superfluos que muchas veces nos destruyen.
No nos acordamos de Santa Bárbara hasta que truena, así que muchos estudios médicos cargan con el hándicap de su escaso brillo ante la opinión pública. Escondemos la cabeza para no mirar de frente la realidad de las enfermedades hasta que nos tocan, y entonces… ¡a exigir!
Todo cambiaría con un poco más de sensatez por parte de todos.