16 agosto 2009


BEBÉS TRANQUILOS O INQUIETOS...
En un reciente estudio efectuado por profesionales de la Universidad McMaster de Hamilton, Ohio, se ha estudiado si el estado en el que algunos bebés se muestren inquietos o no, se debe a las habilidades de los padres o si con la combinación de un cierto gen y un patrón de actividad cerebral particular tiene alguna relación en ello.
Investigadores canadienses ya habían examinado anteriormente la interacción entre el gen DRD4 y la actividad de la corteza cerebral frontal para determinar si predecían el temperamento de un niño.
Los investigadores americanos midieron la actividad cerebral de niños de nueve meses. Cuando cumplieron cuatro años, las madres contestaron un cuestionario sobre el comportamiento de los niños. Se les extrajo una muestra de sangre para analizar el gen DRD4, y el resultado fue el siguiente: los niños que mostraban más actividad en la corteza cerebral izquierda y tenían la versión larga del gen DRD4 eran más fáciles de calmar a los 48 meses que los que tenían la versión más corta del gen. Y los niños que tenían la versión más larga del gen y más actividad en la corteza cerebral derecha fueron los más complicados de calmar y contaron con más problemas de atención así como eran más conflictivos con otros niños.
Posiblemente, estos resultados demuestren mucha utilidad para "entender" situaciones incomprensibles de temperamento en algunos niños que sin causa aparente manifiestan una actividad inusitada o un cambio de actitud no manifestada en otros niños de su edad y criados en ambiente muy similar. Procurar técnicas o llegado el caso, farmacoterapia, que mejore su estado emocional y no les genere efectos secundarios dañinos en su futuro es la misión que este tipo de estudios tienen.

1 comentario:

Flor de agave dijo...

No sé si se trata de KALI, pero a mí, me la ha recordado. Madre de la naturaleza y de los hombres (según los tantras). Desnuda y negra, sin tapujos ni pamplinas, es la fuerza que mueve el mundo. Es la personificación de la potencia cósmica.
Me estoy refiriendo a la imagen que encabeza su escrito, Doctor.
Los cultos más antiguos de la humanidad fueron destinados a esta gran diosa, KALI. Se manifiesta en una plenitud oscura, extraña a los condicionamientos. De esa diosa negra y aparentemente cruel descendemos y nos reproducimos propagando sus genes.
¿A qué santo viene esto?
Quiero referirme al gen DRD4 que está ahí como cualquier otro y forma parte de la estructura humana. ¿Por qué a veces se desarrolla más? Pues seguramente porque el prodigio del ser humano radica en que todos somos diferentes y son necesarios nuestros contrastes.
¿Cuál es el problema?
A mi juicio no hay problema. La complicación reside en nuestro orden social. La vida cómoda, abundante y sofisticada que disfrutamos exige sus tributos. Parece ser que tenemos que lograr comportamientos clónicos, porque de lo contrario, no tenemos cobertura a nuestras diferencias… “salidas de tono”.
En definitiva, nuestra sociedad demanda grandes recortes en nuestra naturaleza.
Difícil misión tiene la medicina actual implicada en estos retos.
Suerte.