06 agosto 2009


LOS GENOMAS DEL CÁNCER.
España es uno de los países que más está investigando acerca del cáncer, y bien. Grandes investigadores como el Dr. Carlos López Otín (Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo) y la Dra. Margarita Salas (Doctora ad honorem del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa), entre otros, han expuesto en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander, la orientación de nuestro país en esta materia, en conjunción con otros países euopeos con los que está integrado en un estudio multicéntrico denominado Genomas del Cáncer.
El móvil actual es descifrar el genoma del cáncer, o cuáles son los pasos biológicos que conducen a que se forme. En ello interviene destacadamente el llamado degradoma, o la relación que tiene el envejecimiento con el riesgo de padecer cáncer. No obstante, como dice el Dr. Ortiz, también el propio envejecimiento pone barreras para la transmisión maligna de las células.
A España le ha tocado investigar la leucemia, en parte porque se ha investigado mucho y bien anteriormente acerca de este tipo de cáncer y porque, además, existe una casuística bastante elevada al respecto.
El Doctor Otín explicó que él y su equipo intentar explicar la vida y la enfermedad a través de los estudios moleculares. En un principio fue el abordaje de los mecanismos de progresión del cáncer, lo que dejó en evidencia que cualquier erstudio sobre el cáncer requiere un análisis muy profundo del tema. El siguiente paso fue estudiar la evolución humana, el genoma humano global, y en particular, el degradoma, es decir, la parte del genoma que construye proteasas codificadas por más de 600 genes. Descubrió que una mutación en una sola de esas proteasas provocaba un proceso de envejecimiento acelerado. Ésto le dirigió a hallar conexiones entre envejecimieto y cáncer en posteriores estudios.
Interesante fueron también las reflexiones del Dr. Francisco Ayala (Catedrático de Ciencias Biológicas en la Universidad de California) en la reunión, quien criticó la fuga de cerebros españoles hacia otras partes del mundo en donde el tejido investigador facilita generar descubrimientos y materia prima para luego exportar concimiento en forma de royalties... en definitiva, solventar la crisis, cualquier crisis.
Ser un país de servicios es, dicho muy claramente, pan para hoy y hambre para mañana, acéptese. Un país con futuro debe pensar en tener una I+D+i al mayor nivel posible. No puede vivirse de ladrillo y sol siempre...

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