10 marzo 2009



HIJOS DE PADRES VIEJOS
Un estudio coordinado por el Dr. John McGrath, del Instituto Cerebral de Queensland (Australia) y publicado en el último número de PloS Medicine, ha dado como resultados que los hijos de padres mayores tienen peores resultados en una batería de tests cognitivos durante la infancia y en los primeros años de la niñez. Asimismo se relaciona también con deformidades congénitas, cáncer y trastornos neuropsiquiátricos como el autismo o la esquizofrenia. En cambio, si las mayores en edad son las mujeres, sus hijos tienen puntuaciones más altas en los tests cognitivos (razonamiento, concentración, memoria, lectura...). El estudio fue efectuado en 33.437 niños nacidos entre 1959 y 1965 en Estados Unidos de Norteamérica.
Aunque el dato pueda incitar a la tentación de almacenarlo en el baul de las curiosidades, sería interesante analizarlo algo más detenidamente para seguir efectuando estudios al respecto. Aunque el estudio no se detalla con exactitud, imagino que tendría en cuenta los antecedentes personales, ambientales, patológicos, ingesta farmacológica, antecedentes familiares, etc. del padre para poder ser tan categóricos en el resultado, o si influye también la más estrecha relación del niño con la madre mayor y ello le proporciona una mayor estimulación cerebral, ¿o no?...
Si ya de por sí hace tiempo que creo que los varones somos menos fuertes biológicamente que las mujeres, ésto añade un criterio más en mi forma de contemplar la evolución del ser humano...

1 comentario:

Aventurero 66 dijo...

Con todos mis respetos al Dr. John Mc Grath del Instituto Cerebral de Queensland en Australia, quiero exponer mi humilde y nada documentada opinión.
Me avala una “edad importante” y un estudio del Ser Humano en vivo y en directo.
Desde que tengo uso de razón, nada me ha apasionado más que el comportamiento y evolución de la Naturaleza.
Pienso, que el misterio y milagro de nuestra vida, nos es absolutamente negado a nuestra comprensión y capacidades.
Aunque la Humanidad entera nos pusiéramos de acuerdo para descubrirlo, no lograríamos ningún resultado cierto. Nada fijo y estático nos conforma, y por tanto, carecemos de las bases para empezar a comprender algo. Partiendo de ese hecho (que si podemos comprender) tenemos que rendirnos a la evidencia.
Hombres, mujeres, jóvenes y viejos pasamos por miles de pequeñas circunstancias a lo largo del día, y no se pueden de ninguna manera catalogar. Muchachos y muchachas enfermizos han resultado hombres y mujeres sanos y fuertes, y viceversa.
Parejas “Diez” han traído al mundo hijos con serios problemas, y parejas de mayores, han fecundado hijos fuertes y sanos.
Lo de problemáticos y sanos también lo tenemos que coger con pinzas porque a veces no se distingue si no es muy elocuente, e incluso se pueden cambiar las tornas cuando menos te lo esperas.
Me niego a clasificar el tema por hombres y mujeres. Cada cual es lo que es.
Necesito creer que “EL QUE SABE” nos ha traído aquí compensados y ninguno somos más ni menos “culpables” de nada.
Nada científico, pero pensar así me proporciona mucha tranquilidad, porque de un plumazo me quito de encima el tiempo y el sexo, dedicándome simplemente a lo que cada día me depare.