06 enero 2009



Es recomendable el libro BAJO PRESIÓN de Carl Honoré acerca dela educación de nuestros hijos, del afán de perfeccionismo que tienen algunos padres para con sus hijos.
Es fácil que nuestra herencia simbólica se traslade a los cerebros en vías de desarrollo de nuestros hijos. Saber educar es una asignatura que parece imbuirse con el hecho de poder traer a este mundo a un ser humano. Y todos sabemos que no es así. Quien, al menos, intuye que pensar lo contrario es lo más sensato, pregunta, indaga en informaciones contrastadas, observa en otras familias...
No somos lo suficientemente responsables aún... para dar la importancia que merece la educación de los que en un futuro gobernarán nuestras naciones. Estamos sufriendo en nuestras pieles las consecuencias de la falta de valores de una sociedad abocada al éxito rápido, pesase a quien pesase... Hay que aprender... ya!
Es momento de pararse a reflexionar, a afirmar lo que Platón dijo: La clave de educar es conseguir que quieran saber lo que tienen que saber...
Hoy, día de Reyes, en que se malcría a nuestros niños facilitándoles esos juegos que no desarrollan sociabilidad, contacto con la naturaleza, salud física y psíquica... es buen instante para, por ejemplo, leer el libro de Honoré y salir a pasear con nuestros hijos...

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