23 enero 2009


IGUALES PERO DISTINTOS
La promoción y preservación de la salud mental no la identifico exactamente con la con la mera prevención de los trastornos mentales.
La promoción de la salud mental es un aspecto que desborda ampliamente el sistema sanitario, (me temo que cualquier sistema sanitario) y se instala de forma rotunda en los valores sociales y en el esqueleto funcionante de la misma sociedad, así como en los sectores que pueden propiciar, (o todo lo contrario, según) el desarrollo libre y armónico de los individuos. Aquí, por ejemplo, la educación o los medios de comunicación son interlocutores privilegiados.
La atención de los trastornos mentales (incluso la preventiva) es una tarea específica del sistema sanitario, y debe reconocerse así. Sin embargo, existe una frontera en ocasiones muy liviana entre la enfermedad mental y los problemas de índole diaria, complicados y sensibles a cada hogar, espacio laboral, etc... que son introducidos en "lo sanitario" cuando para nada serían insertos en pura lógica, en dicho estamento. Son "sanitarizadas" demandas sociales de las que será complicado salir (en el mejor de los casos).
En estudios fiables realizados en España se aprecia que en las consultas de Atención Primaria (en las que estudios nacionales e internacionales se estima una prevalencia de entre el 15 y el 25% de los problemas de salud mental) aparecen demandas que no cumplen ninguno de los criterios establecidos para ser considerados de etiología psiquiátrica. Son episodios de disconfort, malestar inespecífico, tal vez algún síntoma aislado... pero en puridad no sufren ningún problema psiquiátrico.Son los denominados por la OMS, "códigos Z". Y más estudios determinan que entre el 10 y el 15% de esos pacientes que son derivados al especialista de salud mental, son códigos Z. La mayoría presentan problemas sociales, desempleo, problemas económicos, de pareja, o se sienten desgraciados por muchas y variadas causas. Mientras tanto, los trastornos mentales graves tardan en ser diagnosticados entre tres y cinco años tras aparecer el primer síntoma...
Reconozco que es difícil solucionar el problema... pero ¿no lo es también estigmatizar al ciudadano con el sentimiento, equivocado, de existir más enfermos de los que en realidad existen...?, ¿de dónde viene esta falsa creencia...?. Opino que es mejor poner las cosas muy claras desde el principio... como la fotografía que he insertado del llamado "Taj Mahal pobre" situado al sur de India, en Aurangabad, llamado en realidad Bibika Paqhara, que de lejos simula ser el de Agra, el verdadero, mandado construir por el emperador Sha Jahan en memoria de su fallecida esposa Mumtaz Mahal, en 1632, y que Rabindranath Tagore calificó como una lágrima de mármol. Éste, "el pobre", es igual de digno que el original, y sus vecinos lo sienten así, cuidándolo con, incluso, más devoción. Saben que son iguales... pero distintos.

1 comentario:

Alf dijo...

Sin duda los "expertos" dirigentes en temas de salud deben aplicarse en ir cambiando el modelo para evitar esta mala utilización del sistema sanitario.