08 noviembre 2009

RECETAR POR LAS ONDAS.
No es la primera vez que comento mi miopía acerca de los consejos prescriptores de pseudofármacos por los medios de comunicación, aunque sean vanales, aunque se me pueda responder que su ingesta tiene más de placebo que otra cosa, aunque, incluso, su uso favorezca no engrosar las consultas del médico, ya de por sí muy repletas.
Creo que la salud es algo demasiado serio, como para permeabilizar su uso en pos de fines solamente lucrativos.
Todo el mundo ha oído alguna vez que no hay enfermedades sino enfermos. Y es cierto: cada ser humano somos tremendamente distintos unos a otros. Conocer en qué nos parecemos para efectuar, tras el diagnóstico oportuno, la prescripción concreta, debe estar en manos solamente de médicos que vean al paciente en cuestión, VERLO. Por ello me sigue pareciendo de poco respeto a esta profesión que, aunque se sean médicos, aunque lo que recomienden tan solo sea para combatir el cansancio (según mantienen y que sería muy dudoso soportarlo científicamente...), los dolores menstruales, las alteraciones climatéricas, etc. , se oigan en radios nacionales.
El usuario de la sanidad se merece saber que un cansancio, por ejemplo, puede tener miles de causas y no siempre banales... Y que no vale para todos la ampollita que se esmeran en que consuma para, solamente, se sepa, aumentar las cuentas de resultados de una empresa concreta.
La educación sanitaria debiera de ser enseñada y transmitida desde los medios de comunicación también, como algunas emisoras radiofónicas lo hacen, sí. Y negarse a publicitar estas actuaciones puede ser entendido como dicha educación sanitaria.

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