02 noviembre 2009

PLASTICIDAD CEREBRAL...
Quien haya leído algo de este blog, sabrá de mis críticas acerca de nuestras televisiones. No son gratuitas, son amparadas en la escasa educación comunicacional que tenemos todos, y en donde yo, evidentemente, me incluyo. Las televisiones privadas hacen su objetivo: ganar dinero y cuanto más mejor, mediante programas cada vez más impactantes con la finalidad de tener sentados delante de los televisores a cuantas más personas mejor. Les importará poco, y solamente hay que darse una vuelta por ellas, si poseen un ápice pedagógico para nuestros niños y adolescentes o que los demás restantes en escala etaria sean conducidos a la horizontalidad encefalográfica. No es su objetivo. Y hasta logro entenderlo si reformateo mi cerebro y pienso como alguien próximo a ellos. Sin embargo, de lo que no estoy de acuerdo es que desde la televisión pública, llámese autonómica o nacional, hecha con nuestros impuestos, se trate de imbécil al ciudadano que quiere ver algo que se aleje lo más posible a prensa del corazón, grandes hermanos, y demás programas que no le hacen crecer como persona, y que igualizan a un tertuliano sin cultura ni formación con otro cuyo currículum vitae y personal le facilita moverse de forma independiente por el mundo sanitario, social, económico, e incluso político, con total soltura. No son, en absoluto, la voz de la calle, como en algún periódico he llegado a leer. No. En absoluto. Éso es lo que desean otros que se piense. La voz de la calle está harto de estos programas, de ese tipo de televisión, pero se calla. No sabe que tiene muchas opciones para exigir que se cambie este culto a la mediocridad.
En nuestra tve, existen programas que ayudan a ese crecimiento del que les hablaba antes. Les hablaba hace unos días de REDES, PÁGINA 2, TRES CATORCE, y más. Hay que reconocerlo. Existe la posibilidad de verlos fuera de hora, introcuciéndose en la pg. web de tve y podrán ver, por ejemplo, el último episodio del programa que dirije E. Punset. Se titulaba PLASTICIDAD NEURONAL. Muy interesante. Entrevista a Sara J. Blakemore, neurofisióloga británica que sostiene junto a la totalidad de estudiosos del cerebro, que el entrenamiento cerebral y su estimulación ha de hacerse a cualquier edad. Se aprende toda la vida, decía. Los que trabajamos en la clínica lo vemos constantemente. Otra cosa es que introduzcamos el término motivación o deseo para que este aprendizaje surta, y lo que ella misma sostenía también: estimular el "cerebro social" o lo que es lo mismo, relacionarse. Añadía la importancia que la adolescencia tiene en esta aventura. Es un período de transición cerebral que dirigirá toda la vida. Se han hecho estudios mediante neuroimagen en años concretos de ciudadanos voluntarios y se ha confirmado tal teoría. ¡Téngase muy en cuenta!.
Habla de la magnitud que posee el aprendizaje de idiomas y de música para arquitecturizar el cerebro, que lo hace más "amplio", menos plano. ¡Muy interesante!
Les animo a que se nieguen a ver televisión basura, que la es y la hay a toneladas, y elijan ver programas culturales, educativos, históricos, de viajes, gastronómicos... Inviertan en su plasticidad cerebral antes que en individuos que quieren inculcar su necedad en nuestro desarrollo como personas y en el de nuestros adolescentes. Hablaba hace unos días con un compañero de cómo se podía pasar una excelente tarde de domingo o de sábado leyendo un libro, escuchando música con amigos o familiares, yéndose al campo o a un parque a ver cómo cambian de color las hojas de los arboles y tapizan con ellos los caminos, o asar unas castañas... Hay tantas y tantas cosas que hacer... por nosotros mismos....

1 comentario:

Aventurero 66 dijo...

“MOTIVACIÓN O DESEO PARA QUE ESTE APRENDIZAGE SURTA”
Pues sí, creo que sin esta premisa poco se puede aprender.
El deseo mueve el mundo estimulando la inteligencia, pero eso sí, para bien y para mal.
La inteligencia pura y dura, opino, carece de moral, y son las circunstancias las que la dirigen. Podemos aprender muchas cosas hasta el último día de nuestra vida pero los resultados de su acción son imprevisibles. De ahí la importancia, como nos comenta el Doctor, de elegir escrupulosamente su alimento.
Difícil cuestión para estudiar a nivel de la medicina.
SUERTE