05 enero 2010

APRENDER DE NUESTROS ANTEPASADOS.
En ocasiones me pregunto cómo hemos podido sobrevivir los humanos al sinfín de enfermedades que nos asolan desde que el individuo puso sus reales en este mundo... Es, posiblemente, cuestión de adaptación. Y eso mismo piensan algunos investigadores que intentan explicar el cómo hemos cambiado para bien, en unos casos, y para menos bien en otros.
El Dr. Joel Weinstock, del New England Medical Center (Boston), investiga la Enfermedad de Crhon, con el Trichuris suis, un gusano tricocéfalo que se encuentra en el intestino de los cerdos. En cinco meses consigue mejoría en tres de cada cuatro casos. Antes ingeríamos estos parásitos de forma natural, hoy ha desaparecido de nuestra dieta.
Con el paso de milenios, la piel de los europeos y asiáticos fue decolorándose, penetrando de tal forma mejor la radiación solar que mejoranba la síntesis de vitamina D y por ende, del calcio. Sin embargo, este tipo de piel favorece la aparición de melanomas y otros cánceres cutáneos. Y casi todos los casos se producen superada la edad fértil: los genes de la enfermedad se transmiten sin que la selección natural pueda evitarlo.
Anatómicamente, las piernas están pensadas para caminar y correr por terrenos más blandos, no por las aceras y carreteraras asfaltadas. Por ello, las lesiones de rodilla son tan frecuntes...
El cáncer de mama es otra enfermedad del progreso. En la prehistoria, la desnutrición era frecuente, por lo que a causa de ella, las mujeres tenían una media de solamente 160 reglas en su vida. Hoy, con un equilibrio alimentario evidente, las mujeres tienen más de 450 episodios menstruales en su vida, y por ello, un bombardeo estrogénico causante de muchos casos de cáncer mamario.
En la Edad de Piedra, cada sujeto ingería entre tres y seis gramosde sal al día. Hoy son doce o más. Pero nuestro metabolismo sigue preparado para funcionar con escasez de cloruro de sodio. En la sabana, esto permitía que retuviera agua, evitando que se deshidratara. Ya no hace falta y por eso hoy la sal aumenta la presión sanguínea.
También con nuestros dientes ha habido cambios a mal... En la Universidad de Harvard pueden verse dientes de todas épocas. Los más duros, los que han resistido miles de años no pueden compararse con los nuestros, preparados para masticar alimentos duros pero que en cambio mastican comidas blandas.
Por último, aunque podríamos hablar de muchos más casos, nuestra columna vertebral se diseñó para caminar a cuatro patas, no para ser bípedo. Por ello, las lesiones escolióticas, espondilóticas, o de degeneración lumbar son tan frecuentes, porque han de soportar mucho tiempo la postura erecta.
Ya ven, convendría mirar un poco al pasado para corregir aspectos en los que nos va la calidad de vida.

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