10 mayo 2009



TIEMPOS DE ESTRÉS Y CONFUSIÓN.

















Aunque quiera negarse, sí estamos en tiempos de mayor estrés, reconozcámoslo...
Cuando se futuriza fragilidad se somatiza la fragilidad en forma de síntomas, unos físicos otros psíquicos. No es nada anormal, va con nuestra forma de haber sido "entrenados".
Leía hoy el periódico acerca de las dificultades que la pequeña y mediana empresa para conseguir una ayuda gubernamental en una comunidad concreta. A la par me entero en la radio que a una empresa de una comunidad concreta, el gobierno de esa comunidad le pagó 180.000 euros por un informe acerca de si debían poner un parque natural en un lugar de esa comunidad autónoma. Este informe, se ha descubierto que ha sido confeccionado mediante la copia de otros (fueron pegados, sin más esfuerzo...) que estaban publicados en internet... O lo que sucede en nuestra comunidad autónoma de Aragón en donde una alcaldesa y parte de su equipo de gobierno a parte de familiares suyos están encarcelados o encausados por heberse apropiado de una información, que por su condición de responsables públicos poseían, les ha hecho ganar muchos millones de euros... Ésto y otros muchos ejemplos a no seguir son los que producen la sintomatología de la que hablábamos al principio, ésto es lo que llena las consultas de los médicos de los centros de salud y de los hospitales, ésto es lo que genera violencia fortuita y condenable, obviamente, ésto es lo que NO se entrenó para condenar su práctica.Se enseñó picaresca cuando debería haberse enseñado responsabilidad y solidaridad.
No dormir, gritar a nuestros hijos en un arrebato de descontrol o no tener ganas de salir, no es una enfermedad concreta, son los efectos continuados del estrés maligno, (no el benigno, que nos ayuda a hacer cosas, imaginar nuevos proyectos, animar a los demás...).
¿Cómo solucionar este descontrol generalizado...?. Nosotros, cada uno, tenemos medios para ayudarnos a nosotros mismos. Nuestro propio entorno puede ser el mejor aliado. Nuestra propia familia ha de ser en un momento concreto nuestro mundo social que nos conduzca por el camino que nosotros desconocíamos. Por otro lado hay que darnos mucho oxígeno, mucho apoyo. Es momento también de pensar en abrirse al exterior con mayor fuerza y dominio de nostros mismos. Siempre, los mayores y mejores inventos de una sociedad, han salido tras un gran cataclismo: una guerra, una epidemia, etc... Parece que nuestro cerebro se pone alerta y le hace trabajar más de ese 30% que dicen los especialistas que trabaja ordinariamente. Y funciona.
Por otro lado, es muy recomendable la relajación. Un paciente me comentaba que oye música japonesa de flauta de bambú mientras hace yoga que le recomendé en su día. Probó diferentes soluciones y encontró primero una y luego otra. Le ayuda a vivir mejor. ¿Por qué no probarlo...?.
Por otro lado, hay aspectos que no estamos capacitados legal y socialmente para solucionar. Depende de otros, y esos otros, líderes hoy, quién sabe mañana, tampoco desean hacerlo mal. Están demasiado observados por todos. Es muy lógico pensar que se esforzarán en hacerlo menos mal o incluso bien.
¿Y saben que sucederá tras estos ejercicios de buen hacer...?: Que la demanda de asistencia sanitaria disminuirá... vertiginosamente. Seguro.

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