29 mayo 2009


NEUROGENÉTICA.
Tuve la suerte de escuchar hace unos días la intervención de unos colegas que trabajan en una de las áreas más interesantes y con mayor trascendencia en el futuro más inmediato que tiene el concepto salud hoy en día: la neurogenética.
El desarrollo de las neurociencias, o lo que es lo mismo, la identificación y caracterización de la función de las regiones del cerebro que son responsables de los procesos cognitivos y emocionales de los humanos, tanto sanos como enfermos está adquiriendo un papel muy destacado para explicar lo que siempre nos hemos preguntado y pocas veces hemos ubicado con claridad o afirmado con una cierta solidez científica. Por ejemplo, las zonas cerebrales responsables del lenguaje, el aprendizaje, la conducta, o la neuroplasticidad que tantas veces intuímos para explicarnos realidades que dejan de ser patológicas.
Hoy, además, se busca la explicación genética que signifique individualidades. Así sea por determinados polimorfismos relevantes del sistema dopaminérgico. Las definiciones de los endofenotipos se orientan a estudiar el patrón temporal y neurodinámico de diferentes partes del cerebro relacionadas con las funciones ejecutivas, medidas para tareas específicas. Asimismo, los estudios sobre conectividad cerebral son también otro de los aspectos que la comunidad científica intenta desentrañar del ovillo de interrogantes que nos plantean las enfermedades neurodegenerativas. El proceso cognitivo, como tal, característica inherente al ser humano, debe ser estudiado para "comprender" cómo se piensa o cómo se deja de pensar y qué mecanismos influyen en hacerlo. Saber, por ejemplo, por qué se recuerda y cuál es el mecanismo principal de búsqueda de un recuerdo concreto y no de otro... En ello, como en otras muchas investigaciones se está empleando como éxito, la neuroimagen, una herramienta que simplifica, al menos en una parte, la búsqueda del origen real de la cognición.

1 comentario:

Flor de agave dijo...

Portal misterioso:
Guardando a cal y canto tu secreto… Los poros de tus puertas son traspasados por sudores fríos y calientes consecuencia de tus enigmas… Interpreto, acciones ocultas mostrando su cara a la mitad. Oigo el clamor de arcanos coros antes oídos, no sé dónde, que me transportan.
Por esas leves manifestaciones te estudiamos, te seguimos la pista, y tratamos de dar con el resorte que te revele. Un trabajo apasionante. De cuando en cuando, creemos haber “controlado tus manos”…, y entonces, con evidencia aplastante, nos abofeteas con los talones dejándonos como al principio.
Te observo con un gran respeto, y ante ti, danzan mis cábalas sin poderlo evitar:
Veo bailar el miedo en tu estampa cambiando sus letras de sitio blanco sobre gris; las secreciones ensayan amarillear entre ocres marrones, llevándome..., no se sabe dónde. Como “ocupas” se apoderan de tu umbral letras y escaleras, papeles pintados y garabatos con sombrero… que puestos de acuerdo, muestran con engaños y visos de realidad la verdad que ostentas oculta. La civilización asentada y segura en pies de barro, vigila desde lo alto con su ojo redondo aparentando una cotilla cualquiera escondida entre siglas misteriosas.
¡¡No!!
No hace falta que me impidas el paso con un mojón exhibiendo tu escudo. Te respeto.
No atravesaré esa distancia a la que me sometes, pero no es justo que me cierres el camino con ese galimatías obsesivo de carteles acumulados, violencia contenida y misterios a medio desvelar que me embaucan sin compasión.
¡NO ES JUSTO!... PORTALÓN CON SOLERA, que corones tu cabeza con un balcón a la plaza de mis pensamientos y otees mi desnudo.
Otros seres más valientes y preparados que yo tratan de traspasarte… quizás tengas que expresarles tu conducta sin más dilación.
DESDE EL FONDO DE MI SER, DESEO QUE NADIE FRANQUEE TU PASO, QUE NADIE DESVELE TU MISTERIO…
COEXISTIRÍAS DIÁFANO… Y ¿QUÉ SERÍA DE MÍ ENTONCES?